El grupo de empresas instaladoras, representado por FENIE, señala que muchas de las instalaciones eléctricas en los edificios actuales no han recibido el mantenimiento adecuado durante décadas, lo que ha resultado en un aumento de incendios y accidentes causados por su deterioro.
Según FENIE, aunque las instalaciones eléctricas son inicialmente seguras, con el tiempo experimentan un deterioro y se vuelven obsoletas frente a las demandas eléctricas actuales.
Además, durante las visitas de reparación o mantenimiento a los clientes, especialmente en entornos residenciales, se encuentran con instalaciones inadecuadas para su uso o incluso manipuladas por los propios usuarios.
FENIE argumenta que es responsabilidad del Ministerio aprovechar la modificación del reglamento electrotécnico de baja tensión (REBT) para establecer la obligatoriedad de realizar mantenimientos periódicos. De esta manera, se busca desarrollar una normativa técnica que incluya medidas para contrarrestar el deterioro de las instalaciones y así minimizar los riesgos para los usuarios y su entorno.
La federación se compromete a colaborar con el Ministerio para identificar medidas regulatorias que prevengan más accidentes derivados del mal estado de conservación de las instalaciones eléctricas, poniendo a disposición su experiencia en el campo.